La frase divorcio es una de las más temidas cuando estamos asentados en una relación. En cuanto el divorcio se suelen asociar términos como fracaso, desengaño. derrota.
Al divorcio ninguna persona llega queriendo, es un paso que damos tras ver en distintas razones que puedan existir, somos infelices en una relación. Es muy fácil decir “Si no estás feliz con tu pareja, divórciate”. En el momento que pasa esta situación, se pasa mal. Lo dice Lucía Galán, en su libro ‘El viaje de tu vida’: un divorcio en cualquiera de los casos no es nada fácil.
¿Debemos seguir en una relación en la que somos infelices por los niños?
La situación es difícil cuando existen hijos de por medio. Es uno de los motivos por los cuales las parejas toman la decisión de no divorciarse o aplazar esta decisión. La psicóloga Silvia Congost dice que se tiene la creencia de que es mejor seguir juntos a pesar de todo por los hijos. Son varios factores que se deben tener en cuenta por lo que no se debe tener una relación si no se es feliz, así se tengan hijos.
Nuestro bienestar va a afectar también el de nuestros hijos: En una relación en la que no se es feliz, el estado emocional va a repercutir en el día a día y las interacciones con ellos. Como explica Úrsula Perona, “ los niños son como esponjas, se contagian de nuestro estado emocional”. Por lo que si nosotros somos infelices, ellos también.
Siguen nuestro ejemplo: Los niños aprenden que el amor es lo que ven en casa, no importa que sean golpes, gritos, con la posibilidad que lo repitan el día de mañana. Aprenden de manera indirecta que se pueden tener relaciones no sanas, que se puede vivir al lado de una persona que no nos hace feliz, preferimos estar mal acompañados que con esa persona. Debemos enseñar a nuestros hijos que una relación de pareja puede acabar, y es un cambio que nos hace madurar y crecer.