Un divorcio o una separación lastima tanto como la pérdida de un ser querido, y para superar estos momentos de nuestra vida es de suma importancia sanar la autoestima.
Una separación de pareja es uno de los momentos más difíciles de nuestra vida. Sentimos que nada tiene sentido, estamos desmotivados, sin esperanza, es un bucle de pensamientos destructivos, de cosas que antes hacíamos en pareja. Una ruptura duele tanto como la pérdida de un ser querido.
Lo más importante es comprender que cada persona necesita un tiempo para superar una ruptura de pareja, y entender que nos llevará un tiempo, lo más importante es que no escondamos nuestras emociones, permitirnos sentir y no le pongamos fecha de caducidad al sentimiento de intranquilidad que estamos experimentando. Y además debemos saber que ese malestar pasará y volveremos a tener una vida tranquila.
Por qué duele tanto una ruptura de pareja
Cuando se trata de una ruptura de pareja, es importante lograr que la persona continúe disfrutando de la vida, y esto lo haremos luego de haber sanado la ruptura, pero antes que nada se debe trabajar la autoestima, y es por esta razón que duele una ruptura de pareja, porque la autoestima se ve debilitada luego de una separación o divorcio. Los pensamientos y sentimientos de fracaso sobre el no ser bueno, pasan por nuestra mente como excusas que intentan darle un por qué a lo que sucedió.
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Sanar la autoestima
La autoestima es parte de nuestro ser que más sentida queda luego de dejarlo con nuestra pareja, ¿cómo se hace para restaurar y volver a fortalecer? Uno de los consejos es coger un cuaderno en blanco y día a día apuntar lo que se ha podido lograr hacer.
También podemos apuntar las oportunidades que hemos tenido durante el día y las cosas maravillosas que nos han pasado y han salido bien, aunque sean cosas sencillas como una tortilla de patata que hayas cocinado o una conversación con un amigo. Estas cosas pueden ayudarnos a la hora de tomar conciencia y ver que somos capaces de hacer esas cosas que hacíamos en pareja.
Romper con el pasado
Por esa autoestima debilitada, en las primeras fases de un duelo es habitual intentar mantener una relación de amistad, pero se aconseja romper con el pasado y respetar esa decisión que se ha tomado. Puede que con el tiempo entre en juego una relación de amistad, pero en principio se debe pasar por todas las etapas del duelo. Si tras la ruptura es aconsejable no intentar una amistad y se puede confundir a la mente y no pasar el duelo de una manera adecuada, evitando gestionar de una manera sana las emociones.
Las fases del duelo que siguen los estudios de Elisabeth Kübler-Ross, psiquiatra suizo-estadounidense, son:
Negación: La persona que está pasando por el duelo no cree que lo esté pasando sea real.
Negociación: Es la fase en la que se pretende llegar a un pacto, acordando para que la pérdida no sea afectiva. Durante las fases iniciales es importante que se tome conciencia de lo que está ocurriendo y se identifique lo que se siente. Es el momento en el que el autocuidado es primordial.
Ira: En esta fase se siente una gran rabia, e irritabilidad por la situación, y se culpa a la otra persona, lo que lleva a sentir vergüenza, tristeza y necesidad de aislarse del mundo.
Depresión: Es la fase más larga y es la etapa donde se debe plantear la necesidad de pedir ayuda. La persona se siente apática, con la autoestima por los suelos, e incapaz de enfrentarse a su día a día. En estas dos fases centrales es cuando la gestión emocional se convierte en un pilar fundamental, y acudir a terapia.
Aceptación: La última fase es la que, tras haber transitado por el dolor de la pérdida, se empieza a plantear la posibilidad de volver a vivir. En esta fase es ideal para marcar un plan de acción, estrategias, e identificar aquellas cosas que nos hacían sentir bien. Marcar metas para ubicar donde queremos estar.
¿Y cuándo hay niños?
Cuando es una relación en la que entran en juego hijos, hijas, e incluso mascotas, romper con el pasado es más difícil. En el caso de las mascotas se aconseja que lleguen a un acuerdo entre las partes, siendo de gran importancia que las mascotas estén cuidados en ambos casos. En cuanto a los hijos, lo aconsejable es explicarles lo que supondrá la separación para ellos y lo que compromete. Es importante que ellos piensen que no son causa de la separación y que continuarán con el apoyo de ambos padres o tutores legales. También se debe dejar un espacio para que ellos puedan expresar sus emociones, también tener la libertad de llorar delante de ellos sin ocultar las nuestras. Cuando de por medio existen niños y adolescentes, la relación debe mantenerse con naturalidad.
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