El mito del trámite eterno
Muchos creen que divorciarse toma meses. En realidad, un divorcio notarial simple puede resolverse más rápido que el propio matrimonio civil. Mientras la boda requiere publicación del edicto por cinco días, el divorcio sin hijos ni bienes puede firmarse en cuestión de tres a cinco días hábiles. El tiempo depende más de la disponibilidad del abogado y de la notaría que de la ley misma.
Divorcio sin hijos ni bienes: el más rápido
Cuando no existen menores ni patrimonio, el trámite es directo. El abogado presenta la solicitud, la notaría revisa los documentos, y se firma la escritura. No requiere intervención judicial ni verificación adicional. En casos simples, incluso puede coordinarse todo de forma virtual con firmas digitales y autenticaciones electrónicas.
Cuando hay hijos: el visto bueno de familia
Si existen hijos menores, el acuerdo debe ser revisado y aprobado por un defensor de familia. Este paso busca garantizar que el bienestar de los niños no se vea afectado. La autoridad evalúa los alimentos, la custodia y el régimen de visitas. Ese trámite puede tomar entre una y tres semanas según la carga del despacho. Solo después de esa aprobación la notaría puede firmar la escritura definitiva.
Cuando hay bienes: liquidación patrimonial
Si además de hijos hay bienes comunes, el proceso incluye la liquidación de la sociedad conyugal. Se deben listar los activos, definir su valor y acordar la adjudicación. Este inventario se incorpora en la escritura o en documento separado. El tiempo promedio oscila entre dos y cuatro semanas, dependiendo del nivel de detalle y de la coordinación con la Oficina de Registro. En algunos casos complejos, puede prolongarse más.
Por qué es más fácil divorciarse que casarse
El matrimonio civil exige edicto, testigos y solemnidades; el divorcio, en cambio, solo requiere consenso y formalidad. Es una ironía del derecho: para unirse se exige un rito; para separarse, solo claridad. La agilidad del proceso refleja una realidad social: la ley reconoce que el derecho a terminar un vínculo es tan legítimo como el de crearlo.
Conclusión
El tiempo del divorcio depende de los factores humanos, no solo del papel. Con abogados diligentes y acuerdos claros, todo puede resolverse en días. Pero con desacuerdos o falta de documentos, se estanca durante semanas. La clave está en la preparación: revisar requisitos, planificar los acuerdos y buscar asesoría seria. En plataformas especializadas o fuentes jurídicas puede encontrarse orientación paso a paso según el tipo de caso.
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